Un nuevo comienzo

Pasado la medianoche, seguia sentado absorto en sus pensamientos, ¿era posible la existencia de divinidad alguna?, ¿acaso cabia esa posibilidad en su atea existencia?. ¿era posible creer aunque sea en la existencia de si mismo?, seguia su mente cuestionandose, retorciendose en los recovecos de su memoria, intentando buscar alguna señal. Quizas su vida estaba destinada para ser vivida bajo la incredulidad y nula fe, tal vez, tal vez, sin embargo sus pensamientos lo seguian absorbiendo.

Sin poder despegarse de sus pensamientos, las horas, los dias y las semanas corrian frente a sus ojos, a pesar de ello no se inmutaba, ni siquiera su deplorable estado de salud lograba sacarlo de sus ensimismamiento. Aun seguia desentrañando su mente, empezaba a perder el brillo de sus ojos, sus pensamientos seguian lentamente consumiendolo, como si de alguna droga se tratase, no habia quien lograra perturbar su cuerpo.
Lentamente sus pensamientos comenzaron a iluminarse, su rostro comenzaba a cobrar vida nuevamente, como si de un centelleante haz de luz se tratara, iluminando cada espacio de su demacrado rostro, los recuerdos comenzaban a agolparse violentamente, toda su vida corria frente a sus ojos, desde el preciso instante en que fue consumido por sus pensamientos, iban retrocediendo, recordo su paso por el colegio, cuando aun era un pequeño, volvio al vientre de su madre y subitamente su mente se apago, en ese instante la luz que recubria resplandecio con una violenta rafaga de hazes de luz, su cuerpo se desintegraba, volvia a convertirse en polvo, sentia un abrazo calido, un susurro agradable le decia, no tengas miedo, si bien dudaste de nuestra existencia, aun asi hemos venido a buscarte, es tu mision ahora proteger de alguien mas como yo lo hice contigo . . .