Corría una apacible noche de algún día poco cálido, era mas bien una noche terriblemente helada. Una fiesta más; como muchas otras, nada particularmente inusual, salvo un personaje nuevo, una cara desconocida, alguien que no parecía ser de muchas palabras, alguien que tenía cara de extraño. Intentamos incluirlo hacerlo participar, pero no daba mucho resultado, de verdad a veces daba miedo este personaje, con su sonrisa tan poco creíble y su tono de voz casi de alguien infeliz, pero… ¿Quién éramos nosotros para juzgar? Con unas copas por aquí, otras por allá, y este personaje comenzó a cambiar. Empezó a “soltar su lengua”, comenzó a “tirar la talla” con nosotros, a molestarnos a todos.
Nos preguntábamos unos a otros:
- Pero hueón!, ¿Qué le pasa? Ahí nos dimos cuenta que al parecer teníamos un nuevo amigo reclutado en el club, a alguien que en un principio nos daba miedo y era raro e incluso pensamos que podía ser medio homosexual para sus cosas, pero al cabo de unas 2 horas ya tenía rendido a sus pies a la mitad de la tribu, a gran parte no sólo de mujeres sino también de hombres. Era todo un suceso, pensar que alguien como él tuviera el “don de la palabra”
Mis amigos, los del club, los de siempre, me empezaron a molestar:
- Ya po! ¿Cuando vai a atacar? si está facilito, aparte que se nota que te tiene loquita este pastelazo que llegó – y yo tan sólo atinaba a mirarlos y ponerles una cara que trataba de decir: - Sí, claro, ¿Cómo no? te llamamos… - pero en el fondo, pese a que lo negara, me tenía enferma. Pero me repetía una y otra vez: - No es mi tipo, báh ¿Qué mas da?- Y seguimos con mis amigos tomando.
Copa tras copa, primera vez en mi vida que el alcohol entraba en mí y no me afectaba, no podía borrarme a este rastrojo de la vida de mi mente - ¿Qué tenia el de especial que otros no tuvieran? ¿Por qué ahora? ¡Sí, soy feliz así soltera! ¡Oh no, viene hacia acá! ¿Qué hago? Un brazo necesito un brazo; ¡rápido!, no hay, ¡auxilio no quiero que me hable, por que me asesinará! Muy tarde… ya está aquí.
Se acercó con su cara casi inexpresiva pero tan interesante, mas bien intrigante a la vez, un simple hola basto para que hasta la más mínima célula de mi cuerpo se erizara. Me había enamorado a primera vista de un extraño, de alguien que no sabía ni como se llamaba. En eso se me acerca y me pregunta:
- Oye, tu eres amiga del José, ¿cierto?
Yo algo perpleja le respondí:
- ¿Cómo? -
- ¿Eres amiga del José? – me dijo
Algo más que sonrojada y media atónita por la extraña pregunta, volví a responder:
- Ehm… Sí, claro, ¿Por qué? -
- Es que hace rato me mira con una cara de deseo, y no me atrevo a ver si realmente su cara va de la mano con su forma de ser, ¿Me explico?
En ese instante sentí como se me trizaba hasta el alma, mi cara se desfiguraba, estaba sin duda ante la “plancha” más grande de mi vida.
Ya no pudiendo ocultar mi vergüenza, y a estas alturas casi repugnancia total con este hombre, tuve que decirle la verdad:
- Sí, José te mira con cara de deseo, hace tiempo que no conoce a nadie, probablemente tendrás suerte…
3 comments:
Sr miranda: le comunico q esa historia es mia!!! asi q lo demandare por derecho de autor ya q la historia se encuentra patentada bajo mi nombre.
saludos cordiales
victoria canales.
pd: esa historia me izo sakarme un 6 gracias por eso taus
wowses.
la viky me dijo. que habias puesto la historia en tu blog. me meti
y no se
no la lei.. pero me acuerdo de que se trata
quiero un cafe con potencia.
y no see.
oooh a letter to elise.
y aaah xOO.
(K)
Jajaja, está muy genial!.
Felicito a Vicky por la historia
fascinante, la cual nos lleva a un mundo loco y cierto.
Buenísimo...
Quién lo escribió? =P!
Me encantó..
No sabría como actuar ante una persona Homosexual, talvés.. talvés.. Nada, en realidad.
Saludos Mati... aún espero la pelí ¬¬
Tau! cuidate y suerte en las pruebas.
Feña.
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